viernes, agosto 21, 2009

Cosas de las que cuelga nuestra vida.

Mi amiga Rosita fué mi vecina de la infancia. Era colorada, pecosa y la criaban unos primos. Nos hicimos muy amigas, yo enseñándole a patinar, ella ayudándome a secar los platos, yo, siendo el capitan Nemo, ella Long John Silver. Yo pasándola a buscar a la siesta:- doña Sara, está la Rosi? -y ella saliendo a jugar.Anteayer hablé con mi mamá y me contó que la prima Sara ,que la crió a la Rosi como si fuera su madre, estaba en la vereda con su nieta y un auto que estaba estacionado y que fué chocado por otro, cuyo conductor había perdido el control, le destrozó la columna y la mató.Reviví claro, todo el dolor de hace poco , los consuelos de la Rosi, cuando yo había perdido a mi papá. Me acuerdo que todo el tiempo yo quería volver el tiempo atrás, pero pensaba, cuánto tiempo atrás? porque dos meses atrás mi papá ya estaba enfermo y seguramente también un año o talvez dos años o más. Pero la Rosi y la familia de Doña Sara tienen exactamente el minuto que quisieran atrasar el reloj. Ese minuto fatídico donde por un segundo se dieron todas las cosas, todas todas para lo inevitable. El hombre que subió al auto, el auto que se rompió en el segundo adecuado, el hombre que estacionó al otro auto de manera que al moverse se mueva en dirección a la mujer, la mujer que estaba en la vereda, unos segundos antes estaba en otra parte de la vereda adonde el auto no la hubiera alcanzado, o talvez si se demoraba en la panadería un minuto o si se apuraba un minuto , nada de esto hubiera ocurrido ni yo estaría acá horrorizada contando la historia.

(la malenita, la margarita y la ana, chiquititas, año 1977. gracias a Raquel que encontró y escaneó la foto)

Me encontré ayer con un chico que conocí en el tren cuando vivía en Bad Nenndorf y viajaba para estudiar alemán. El corría en bicicleta con un amigo,andaban siempre entrenando.Y le pregunté sobre la bicicleta. Me contó que hace como tres años que no corre.Y me dió una explicación extraña: Me dijo que a la culpa la tiene un papagayo.El padre de su amigo tenía dos papagayos, murió y le dejó los dos animalitos al hijo, que se dedicó tanto a los papagayos que no tiene tiempo de salir a correr.Peor que eso, sabía que los papagayos son viejitos y que se le iban a morir en cualquier momento.Resulta que al poco tiempo se le murió uno, y bueno, el compañero de ciclismo estaba bastante contento,según me confesó, porque pensó..bueno, ahora como estas aves son compañeras, bla bla, seguro que en un par de meses, volvemos a salir a entrenar. Pero no, dice que el papagayo ya está durando como tres años y la bicicleta apolillándose en el sótano...

Cuando comencé este post, estaba esperando a mi alumna Kerstin,justo recién llamó m me contó que tiene que ir urgente al dentista: viniendo para acá, tuvo un accidente en la bici.Espero que no sea grave. El destino todo el tiempo está cambiando tus planes. Me estoy volviendo agnóstica de los agnósticos. Creo que a los libretos de la vida sí los escribe un autor. El problema es que no se pone de acuerdo, a veces se autoplagia, a veces es tan sublime y a veces, tan kitsch!