viernes, diciembre 01, 2006

de alfombras y de zapatos..

Odio las alfombras, me dan asco. Me parecen kitsch esteticamente. Tener un suelo peludo, roñoso y de colores elegidos generalmente por beduinos me parece deprimente. Caen cosas ahi y ni modo de encontrarlas facilmente. Cuando sacudis una alfombra, tiene tierra hasta de Pakistan adonde fue fabricada. Ni hablar de las alfombras de hoteles, con su pasado de manchas escabrosas y quemaduras de cigarrillos prehistóricas. Y si se te cae sin querer una mera gota de yogur, luce como una salpicadura de vomito. Un poco de helado de dulce de leche luce sangre coagulada. Odio las alfombras. Lo peor es que aca en Alemania con la maldita costumbre de andar descalzos dentro de casa, cosa que tambien odio, HAY que usar alfombra. Yo compre unas de algodon , brasileras, que dentro de todo puedo sacudirlas en la ventana y hasta meterlas en el lavarropas. Ni les cuento el olorcito que hay en el departamento cuando las pongo a secar. Olor a perro transpirado seria lo mas cercano. Pero bueno, tengo que tener una alfombra, tengo una de bambu tambien, pero ya la voy a tener que tirar porque la tenia en la entrada y se puso fea en la segunda semana. Vieron cuando se moja la estera en la playa? algo asi.
Odio descalzarme para entrar a las casas. Esa costumbre barbara que tienen los alemanes, aun no la digiero. Siempre me acuerdo de mi primer año nuevo en Berlin, donde me puse ropa hermosa, me pinte, me arregle el pelo, me sentia una diosa, y tuve que sacarme mis hermosas botas altas fucsias para entrar en la casa. En patas y con vestido largo, me daban ganas de llorar. Me sentia desnuda, peor, ultrajada! Y bueno, son alemanes...Tienen una predileccion por la ropa "comoda" que me incomoda, propiamente. Sobretodo incomoda a mi sentido estético. Ni les cuento cuando de onda, alguien me ofrece unas chinelas que se usan aca para andar dentro de casa. Algunas veces, acepto, sobretodo si quien me las ofrece es mi hermana, que generalmente me ofrece zoquetes tejidos por mi mamá... Pero ponerme chinelas peludas, gordas y antiesteticas en una casa adonde no se que pie pudo transpirar esa chinela anteriormente, noooooo! Encima, con eso me siento la ama del gato Tom, Mammy Two Shoes. De ahi, reducí vos, como dice la Monica ( en realidad, ella quiere decir:- de ahi, deducí vos.. perdon, es un chiste de la familia).
Incluso, entrar a un edificio de departamentos y ver en el hall los zapatos de los vecinos, me da algo como asquito. Siento que me exponen a una intimidad que no me interesa ver. Encima, la vision de los zapatos, tiene una connotacion muy fuerte para mí. Mirar nomas las zapatillas de los chicos de Cromagnon me hace morir de la tristeza. O los zapatitos de los bebes colgados de espejitos en los colectivos me da cierta cosa.

pongo parte uno porque quiero seguir hablando de los zapatos, pero tengo que ir a limpiar la alfombra...